martes, 17 de noviembre de 2015

En la busqueda de algo, Alguien mas

Han pasado ya unos días del primer caso, y aun no ha recibido ningún otro.
Por lo tanto, Evaristo Raul, nuestro joven Cutruli, esta preocupado. Porque necesita dinero, porque ya no lo toleran en su hogar, y necesita una oficina.
Para lograr un poco de capacitación mientras espera un caso, entre distintas lecturas que realiza de policiales, es que cae en la de Pulp de Charles Bukowsky, y en la de Triste,solitario y Final de Osvaldo Soriano, que lo entretienen e identifican bastante.
Al concluirlas, y trabajando un poco en su computadora sobre ellas, buscando información, es que se le ocurre una idea.
A partir del seguimiento que ha realizado, se propone sacarle lo que le corresponde a ese que fue su primer cliente.
Toma los datos nuevamente, y sale a la calle en busca de esa victima, con el fin de dar con el cliente, lo cual es casi seguro.
Encuentra nuevamente a quien había seguido, con lo cual comienza a considerarse un gran buscador de personas, aunque lo que el desea con ansias que es ser oficialmente detective, y no un gran buscador de personas, porque para eso esta el Internet, se dice.
La sigue, mientra que espera que salga se vuelve a dar esos lujos de entrar en bares y cafés, al estilo de lo que aspira a grandeza. Hasta que esa persona que decide increpar continua haciendo lo que hasta días anteriores hacia, quedando imposibilitada la opción de ver a la otra persona, la que le había encargado el caso a Cuatruli.
La espera hasta mas allá del amanecer, que es cuando esta persona sale del lugar donde estuvo toda la noche, y la increpa, preguntándole que relación tiene con la persona que lo ha mandado a seguirla. Esta persona le contesta que ahora, y a partir de ahora, ninguna, porque la persona que lo ha mandado a seguirla ha muerto, por manos propias, luego de lo que se entero.
nuestro joven Cuatruli, confundido, cansado, tal vez con cargo de conciencia, se dice que unos pesos mas no le cambiaran la vida, así que vuelve a su hogar a dormir un poco.
Al levantarse, es que comienza a recopilar anécdotas que ha pasado en esta aventura, y también piensa, en contactos, contactos que le sean útiles, de las redes sociales, esos lugares -que según Cutruli- son selvas donde interactuan las personas hasta sacarse los ojos.
Opta por financiarse utilizando ese camino, y es cuando se le ocurre la idea de a un amigo, un amigo que no sabe su nombre por que tiene un perfil de Facebook distinto que le hizo olvidarlo. Hasta ahora, porque recuerda este amigo con la caracterización típica que se necesita para realizar estos trabajos, y porque también, tiene algo que Cutruli aun no tiene, y no es solo la astucia, la percepción y el conocimiento, sino otra cosa, Financiación.
Así que le envía un mensaje que dice:
Estimado FISGÓN CIEGO,
Tanto tiempo mi amigo, espero que sus andanzas literarias sigan en la respectiva lucha, como así también sus transcursos personales en esta vida que busca exprimirnos al máximo.
Espero no molestarlo con lo que vengo a decirle.
El objeto de este mensaje -ademas de lo ya deseado anteriormente, mas el agradecimiento por sus escritos, todos- es que vengo a ofrecerle una propuesta, y se la diré así, cantada: ser detective, para ir tirando.
Eso si, hay que conseguir oficina, porque un detective sin oficina no es detective.
Sepa que lo necesito.
Espero su respuesta.
Nuestro encuentro pautado.
Y caso contrario, o sea, sino esta de acuerdo, putee me por favor.
Abrazo, Evaristo Raul Cutruli.

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