miércoles, 25 de noviembre de 2015

Alguna corrida, alguna perdida, alguna nueva aparicion

Mientras Fisgon, que en lugar de tratar de dormirse, enciende la pc para mirar porquerias -como suele decirle- de inernet, Cutruli ya a alcanzado a Marquitos.
Al salir a la calle se ha dado cuenta del infierno que se vive a causa del calor. Asi que se saca su saco.
Lo encontro a dos cuadras de la oficina cuando este se habia detenido para realizar una llamada.
Cutruli, mientras le da poca importancia a su pregunta sobre cual ha sido esa llamada que ha realizado Marcos, comienza a seguirlo, sin que este se de cuenta.
Nota que este tipo, que acaba de conocer, es un verdadero peligro para la sociedad caminante, ya que choca a todos los peatones sin importarle nada.
El barrio es tranquilo, tipo country, con mucho parque y bancos para sentarse, y tam bien negocios donde comerciar es posible.
Al llegar a lo que es la casa del tipo gordo, ese que entro al mediodia a la oficina acusando que lo seguian, y que necesitaba saber quien lo hacia, Marcos recula -haciendo que Cutruli se esconda detras de un arbol- y enfila hacia un bar -curiosamente cerca siempre habra un bar, cuando algun personaje lo necesite- mientras espera que haya movimiento en el sitio.
Cutruli se sienta en un banco de plaza, donde apoya su saco detras.
Pasan dos horas, se esta haciendo de noche, y moviento no hay. Cuando Marcos se enfila a irse, alguien -puede observar Cutruli- comienza a seguirlo, alguien extraño, alguien que a Cutruli le parece familiar.
Ese alguien sigue a Marcos a una cuadra, y al parecer nuestro empleado nuevo se ha dado cuenta de ello.
Cuando de repente, y por fin, aparece ese señor gordo, muy bien empilchado, dispuesto a salir de su casa.
Cutruli quiere gritarle a su compañero, para decirle que el sujeto que debe seguir acaba de salir de su casa, pero el tal Marcos comienza a correr, para alejarse de ese hombre sospechoso que se le habia acercado, que no curiosamente, tambien comienza a correrlo.
Cutruli, apresurado por las dos situaciones comienza a seguirlo tomando un taxi, ya que el sujeto se ha subido a un colectivo, de esos que pasan por la zona.
Cutruli, mientras piensa quien es quien sigue a Marcos, causa por la que ha comenzado este a correr.
No solo piensa eso, pues tambien piensa en Fisgon, y en algo mas, tambien.
Piensa que acaba de olvidarse el saco en el banco de la plaza.
Y no duda que no lo volvera a ver jamas.

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