viernes, 21 de diciembre de 2018

Los poetas



Correspondencia prescindible de dos futuros poetuchos.

[21/12 11:34 PM] Federick: Critica acida Dario (desde la sala de urgencias)

En nonatos..hay una idea con ronda todo el relato..y el poema gira en torno a eso..mezclas un poco de ciencia..esta interesante..

En mensajes con el superhombre..me gustó el epigrafe y hay ideas miy dispares y frases muy buenas..quizas te apropias mucho de eso de locura del nunca existir que me empieza a causar lo cintrario de lo que me venia causando..que creo habertelo dicho..si removes cosas del pasado..es natural que cambien de lugar..es muy absurdo hablar de locura del nunca existir..y tambien muy cobarde..empeza a hacer quilombo y vas a ver como vas a existir..el poema es bueno

En la anciana..el epigrafe de carriego es bueno pero pense que la abuela esperaba algo..pense que la ibas a remontar..por que seguis con la idea de la abuela y la vejez...¿has estado hablando con la abuela?¿ familiares? ¿gente mas grande que vos? ¿mujeres?

La espera es bueno..pero no pasa mas que lo que se prevee..es como que tu el personaje se encierra mucho en si y no tiene en cuenta que se suicida por y para los demas..¿que tiene que demostrar? ¿Por que no huye, y empieza un viaje?los poemas son buenos..

Hay.. La abuela..
este mini relato..bueno..la idea:
dudo que si la abuela al principio desconoce a los familiares, conozca que esta enojada..onda ¿enojada con la vida? ¿con ella?..¿por qué no habla y dice lo que siente realmente?..¿no es ya hora?..entiendo que quizas quisiste buscar eso..que pasen mil años y que siga sin hablar..pero..mezclás mmm.. para qué..¿para hacer algo distinto vos?..onda..¿por qué no acusas a nadie?¿porque cada quien es responsable de sus actos?¿ Incluso de quedarse callado?eso es repesion..y no andar escribiendo un relato de una pareja del mismo sexo..
conociendote..la abuela habla por vos..mucho
si estas cansado..¿por qué no te tiras a un pozo y ya?(jaja)..noto que aun quedan retazos de tu mini depresion...(post depresion in progress)
en cuanto al relato de la abu..el estilo nunca te lo critiqué..te critico lo que contas y como lo contas y lo que no contas..
creo q algo peor tendria que pasar que un mero ocultamiento de un mero sentimiento(no hay que terminar las frases en miento)no para que el cuento gane por nocaut ni para deje un sabor ambiguo..sino para que cause algo..
el relato de la abu es bueno..pero se nota lo personal demasiado y termina muy previsible..se sabe de antemano que ibas a decir que vos(narrador) sabias que lloraba trasponiendo lo que te pasa a vos con el sinsentido de la vida...

noto que te cansas con los relatos..y queres terminarlos ¿por que sino?..no se explica ..¿por qué no intenta asaltar un banco la vieja, o fumarse un porro, o cagar a puteadas a todos?
¿porque ya se ha hecho?
No creo..te cansas..o bien me envias cosas cortas para que las lea..

Te sugiero que empieces un diario..de tu vida..y de lo que escribis..para empezar a soltarte mas..
Segui enviando carne de cañon..Pero ni por asomo te las voy a dejar pasar..

Estas preparado ya para cosas estas para cosas mas extensas aunque vos no lo creas ni tengas apuro..una nouvelle de 70 pags minimamente para este verano..(basta de cosas cortas que ni siquiera..eehhhh..sean vos)..
venias bien.pero.fue previsible que termines asi, pareciendo decir, pobre viejita..¿no nos da pena?..muy chu..recaiste..aparte..

Te dije lo de mi tio..y me mandas el relato de la abuela que nada que ver...aplaudo eso..pero que estes escribiendo cuando el mundo se cae no quiere decir que escribas pendejadas..chiquilindas...si vas a escribir cuando las papas queman..escribi sobre la adrenalina que causa el fuego. No te critico el estilo..sino lo que contas y como lo contas.

Muy pero muy vos ultimamente..es mas.. contrariamente..venias bien.. haciendo todo lo contrario...estabas escribiendo..esta bien..venias hablando de plantas..de nanobits...de suicidios premeditados..pero estabas escribiendo..tenias algo para decir..si es eso.mmm

Estabas suelto..estabas soltandote.
Soltando cosas de las cuales parecias desprenderte..trabajabas contra esa facilidad de sacar un poema cada diez minutos..no andabas con histeriqueos...
recaida..¿eso querias?

Espero respuesta para saber como estas...pero como estas en serio.
[21/12 11:40 PM] Federick: Que lees..que comes..que miras..que escuchas..que extrañas..como estan las cosas en el hogar..con quien hablas..tu vida viejo..en un diario.
[21/12 11:41 PM] Federick: Contesta de a poco y tranqui..nos ponemos a conversar. ¿Parezco agresivo?..no estoy tan bien..no he dormido bien.
[21/12 11:45 PM] Federick: No estas valorando tu vida
[21/12 11:45 PM] Federick: O por lo menos esta juventud que estas pasando..
[21/12 11:49 PM] Federick: Sabemos que estudiar es dificil..pero podes darte el lujo de realizar pequeñas distracciones..deberian ser mas..pero la vas llevando..supuestamente te enamoraste..y estas pagando los platos que no se usaron del desamor..tenes tus amigos..tu familia..interactuá mas..tenes la libreria..tenes la posiblidad de afanar libros..de experimentar cosas nuevas..que te sacudan un poco mas..sin miedo..abrite mas..me tenes a mi que te hablo cualquier pendejada...y tenemos a mexico..Sos joven viejo..animo
[21/12 11:49 PM] Afks: Deberia suicidarme
[21/12 11:50 PM] Federick: Lee..
[21/12 11:50 PM] Federick: 🐦
[21/12 11:51 PM] Federick: Divino tesoro
[21/12 11:59 PM] Afks: Vendran cosas mejores Fede, te lo aseguro, la vara es alta, eso esta bien y fue lo que me gusto desde el principio...
[21/12 11:59 PM] Afks: Jaja
[21/12 11:59 PM] Federick: Si no haces nada.mas que esperar.. no va a cambiar nada
[22/12 12:00 AM] Federick: Te lo aseguro
[22/12 12:00 AM] Federick: Hoy
[22/12 12:00 AM] Afks: Me rio...pense que habia un progreso, al menis en la tecnica, pero bien a seguir
[22/12 12:00 AM] Federick: Un progreso..
[22/12 12:00 AM] Federick: Si ..progresaste
[22/12 12:01 AM] Federick: ¿Eso querias escuchar?
[22/12 12:01 AM] Federick: (Mira que corto)..una linea
[22/12 12:02 AM] Federick: Bravo. Listo. Seguis como si todo fuese color de rosa. Jugando dentro del sotano
[22/12 12:04 AM] Federick: 🐦
[22/12 12:05 AM] Federick: Te tomas todo muy en serio. Te pareces a dario soto
[22/12 12:05 AM] Afks: Si, y es patetico y lo se, mierda soy una verguenza jajaj queriendo asemejarme a los Nietszces a los Sabato o Borges....estoy leyendo Freud y no se a veces aburre jaja
Y la novela de Taiwan, ahora veo porqr te gustaba, las aventuras de ese pibe, no se era cualqyuer cosa ese pibe, le faltaba algo a su espiritu aventurero...lo mejor fue el esclavo....
La vara es alta y casi absurda que siga asi....no quiero otra cosa...
Progresar que buen concepto, necesito plata
[22/12 12:06 AM] Afks: Jajaja
Quisiera tomar un fernet
[22/12 12:06 AM] Federick: Tenes un re vids y no te das cuenta
[22/12 12:07 AM] Federick: La vara es alta..no se..quien lee hoy dia a mark twain? A sabato? A cesar aira?
[22/12 12:07 AM] Federick: Fernet..creo que deberias empezar a dejar de ser un poco vos concientemente..
[22/12 12:08 AM] Afks: No tengo nada....se me cae el pelo, voy a engordar, soy pesimo como estudiante de filo, y lo que es peor no tengo a una xhica que me ame o admire jajaja
[22/12 12:08 AM] Federick: Viejo..ya se..
[22/12 12:08 AM] Federick: Pero escuchate
[22/12 12:08 AM] Federick: Por favor..sos grandioso..pero escuchate
[22/12 12:08 AM] Afks: Hace rato que no quiebro....todos mis amigos estan casados, son unos putos
[22/12 12:08 AM] Federick: Una chica que te ame o admire?
[22/12 12:09 AM] Federick: Admire?
[22/12 12:09 AM] Federick: Quiebro..
[22/12 12:09 AM] Afks: Nadie
[22/12 12:09 AM] Afks: Si que se yo...
[22/12 12:09 AM] Federick: Por eso..la vara no esta en ningun lado..siempre empieza a subirse segun quien la vea..si la ves alta..la estas viendo desde cualquier lado.menos de donde estas vos
[22/12 12:10 AM] Afks: Que facil le es a algunos
[22/12 12:10 AM] Federick: El amor no se trata de admirar..sino de compartir y desear
[22/12 12:10 AM] Afks: No entendi
[22/12 12:11 AM] Federick: Que no veas la vara alta porque no vas a escribir como joyce o como proust porque es dificil y porque nadie lee a joyce ni a porust porque escriban bien
[22/12 12:11 AM] Afks: Sacandote a vos, no tengo a nadie con quien comoartir lo que escribo...por ejenplo
[22/12 12:11 AM] Federick: Los leen por lo que cuentan
[22/12 12:11 AM] Afks: Quiero ese libro de Joyce  jajaj
Lo tenes?
[22/12 12:11 AM] Federick: Yo soy muy importante viejo
[22/12 12:11 AM] Federick: Jajaja  Ahhh que se hacia el tipo
.re vanidoso
[22/12 12:12 AM] Afks: Si, tenes razon
Pero se necesita la tecnica, sino porqur me decis que escriba todo el tiempo...y porque no todos son grandes escritores
[22/12 12:13 AM] Federick: Es imposible de leer..una caminata de dos cuadras en dublin irlanda es un quilombo de pensamientos y pensamientos dentro de pensamientos y coneexiones y facsimiles y escrituras y traduccion inposible.
[22/12 12:13 AM] Afks: Llego a mostrar el ultimo que escribi, Labespera a cualqiera y me va decir que esta bien, un buen relato y punto
[22/12 12:13 AM] Federick: Escribi para conocerte..y porque tenes algo que contar
[22/12 12:13 AM] Federick: Y yo que dije?
[22/12 12:14 AM] Federick: No dije nada mas que decirte como venis actuando en tu vida con respecto al relato
[22/12 12:14 AM] Afks: Me llenaste de errores, errores que tiene y no puedo yo tampoco dejar pasar....
[22/12 12:15 AM] Afks: No nos reimos con vos sino de vos jajaj
[22/12 12:15 AM] Federick: No te llene de errores..sino de omisiones..no decis lo.que sentis..actuas
Asi vivis..simulando..Si escribis de alguien que no dice lo que siente.que esperas que diga de vos.
[22/12 12:16 AM] Afks: Son vacios qye se que dejo...
[22/12 12:16 AM] Federick: Aca nadie se rie de nadie..ahh re serio..bueno..queremos evitar la seriedad..pero vos te empecinas en seguir siendo serio
[22/12 12:16 AM] Federick: Quien dejó vacios?
[22/12 12:16 AM] Federick: Mi tio que se muere?
[22/12 12:16 AM] Federick: Los parientes falsos?
[22/12 12:17 AM] Afks: Quien no dejo vacios? en su escritura
[22/12 12:17 AM] Federick: Los.que ven la muerte desde lejos?
[22/12 12:17 AM] Federick: Nadie
[22/12 12:17 AM] Afks: Ese soy yo
[22/12 12:17 AM] Federick: Si..deberias soltarte mas..aflojarte un poco
[22/12 12:17 AM] Federick: Como eras de chico?
[22/12 12:17 AM] Federick: De niño?
[22/12 12:18 AM] Federick: Te acordas?
[22/12 12:18 AM] Afks: Lo que aprendi en la tonta Puan me constriñe jaja
[22/12 12:18 AM] Afks: Si, banda de cosas
[22/12 12:18 AM] Federick: Tonta puan..me constriñe
[22/12 12:18 AM] Federick: Escuchate
[22/12 12:18 AM] Federick: Pareces una traduccion cubana del ingles
[22/12 12:19 AM] Federick: No eras pura esencia?
[22/12 12:19 AM] Federick: No te dabas con todos?
[22/12 12:19 AM] Afks: Eh?
[22/12 12:19 AM] Federick: Por ejemplo..con algun amiguito..primo
[22/12 12:19 AM] Federick: Pura esencia
[22/12 12:19 AM] Federick: Cero personalidad
[22/12 12:19 AM] Federick: Tengo una primits de 4 años que se me pone frente a frente
[22/12 12:19 AM] Federick: Y me quiere besar
[22/12 12:20 AM] Federick: Eso es esencia
[22/12 12:20 AM] Federick: Es natural
[22/12 12:20 AM] Federick: Yo..claro..pedofilo
[22/12 12:20 AM] Federick: Jqjajajak
[22/12 12:20 AM] Federick: 🐦
[22/12 12:20 AM] Federick: Me mira los ojos..reconoce la belleza
[22/12 12:21 AM] Afks: No se, no creo...ahi algo en mi caracter, cosa qe note jugando a la pelota, que en el simple enojo me potencio nose, algo en relacion a no querer perder o ser superado por nadie
[22/12 12:21 AM] Federick: Eso es de ahora
[22/12 12:21 AM] Federick: Despues de los 6..de los 7 años
[22/12 12:21 AM] Federick: Eso es una mierda
[22/12 12:21 AM] Afks: Que decis? jajaja Juam Darthes jaJJ
[22/12 12:21 AM] Federick: La personalidad y todo lo que crees haber adquirido
[22/12 12:22 AM] Federick: Son las cosad que hacen de la vida un  infierno
[22/12 12:22 AM] Federick: No me entendes lo q te quiero decir, no?
[22/12 12:22 AM] Afks: Mas qe personalidad seria un caracter o temperamento
[22/12 12:22 AM] Federick: No ves lo que te quiero decir
[22/12 12:22 AM] Federick: No lo podes ver
[22/12 12:22 AM] Federick: Hace esti
[22/12 12:22 AM] Federick: Presta atencion a niños
[22/12 12:23 AM] Federick: Solo eso
[22/12 12:23 AM] Federick: Ahi esta la esencia
[22/12 12:23 AM] Afks: Me gusya la competencia, ahora junto a vos se que quiero ser mejor qw vos en la escritura y en la lectura...no podes ser mas loco que yo
[22/12 12:23 AM] Afks: Yo curso todas la s historias en un solo cuatri y nadie mas jaja
[22/12 12:23 AM] Federick: Que carecter ni temperamento..eso es una mierda que obstaculiza la vida y te impide ser realimente vos
[22/12 12:24 AM] Afks: Siempre lo hago
[22/12 12:24 AM] Federick: Estas.confundiendo mal.las cosas
[22/12 12:24 AM] Federick: Querer ser mejor..??
[22/12 12:24 AM] Afks: Jajaj
segum como se vea
[22/12 12:24 AM] Federick: Hay competencia?
[22/12 12:24 AM] Federick: Por que?
[22/12 12:24 AM] Federick: Para que?
[22/12 12:24 AM] Afks: Siiii8iiiiiii
[22/12 12:24 AM] Federick: Vos te pensas que quiero.ser mejor yo que vos?
[22/12 12:24 AM] Federick: Que.me interesa ser mejor que alguien?
[22/12 12:24 AM] Federick: De enserio?
[22/12 12:25 AM] Federick: O.que vos?
[22/12 12:25 AM] Afks: Porque se que lo soy, y puedo demostraslo y demostrarmelo
[22/12 12:25 AM] Federick: Esta bien dario.
[22/12 12:25 AM] Federick: Si asi ves lo que creí..que iluso..nuestra amistad
[22/12 12:26 AM] Federick: Siempre quise darte herramientas para ver una totalidad..muchos mundos..para que pudieras compartir con muchas personas..
[22/12 12:26 AM] Federick: Y pudieras encajar
[22/12 12:26 AM] Afks: Nose, yo si quiero ser mejor....vos sos muy bueno esa es la cagada...si no te hubiera conocido mis lecturas capaz que se estancaban
[22/12 12:27 AM] Federick: Ser mejor..ser peor
[22/12 12:27 AM] Federick: Es una mierda todo eso
[22/12 12:28 AM] Federick: La vara esa que te inventaste
[22/12 12:28 AM] Afks: Lose lose, no hay mejores y peores, esas cayegorias son caducas ya no sirven, pero a mi me gusta jugar asi, para motivarme, sino que se pudran todos y fue me voy o mo salgo mas de mi casa
[22/12 12:29 AM] Afks: Las demas personas si piensan asi, la mejor cabeza es la que menos ruido hace...
[22/12 12:29 AM] Federick: Dario..perdoname pero creo que esto no va mas viejo.
[22/12 12:29 AM] Federick: No este dialogo..sino nuestra amistad.
[22/12 12:29 AM] Federick: Aca hay algo que esta claro
[22/12 12:29 AM] Federick: Yo si te veia como un hermano de sangre..pero vos no
[22/12 12:30 AM] Federick: Vos me ves como no se..como alguien a superar
[22/12 12:30 AM] Afks: Debias pelear contar el imperio, contra el lado oscuro, NO UNIRTELE A EL ANAQUIN TU ERA EL ELEGIDO
[22/12 12:30 AM] Federick: Jajaja
[22/12 12:31 AM] Afks: Mentira viejo...tenemos perdinalidades tan fuertes como inestables...no nos conformamos con nada ese el problema
[22/12 12:31 AM] Federick: Personalidades fuertes..no lo se
[22/12 12:31 AM] Federick: Quizas escribiendo
[22/12 12:32 AM] Federick: Pero en persona no se
[22/12 12:32 AM] Afks: LO IMPORTANTE ES ENVIAR EL MENSAJE
[22/12 12:32 AM] Afks: Jajaj somos algo chaparros, PERO ALTO POETAS JAJAAJ
[22/12 12:33 AM] Federick: Creo q la escritura para lo unico que tiene que servir es para ser una buena persona..y poder hablar con todas las personas
[22/12 12:33 AM] Afks: Quien tiene esa personalidad fuerte en ñersona? yo no conkzco a nadie
[22/12 12:33 AM] Federick: No me estas escuchando
[22/12 12:33 AM] Federick: Lucia
[22/12 12:33 AM] Federick: Georgina
[22/12 12:33 AM] Afks: Puede ser, pero hay mas
[22/12 12:34 AM] Federick: Si. Puede ser
[22/12 12:34 AM] Federick: Igual viejo..creo.que debemos trabajar mas el egoismo y eso de creernos alguien.
[22/12 12:34 AM] Afks: Te lo acepto...pero qu tan fuertes son? me atreveria a dudar....qe hay potencial si la tienen
[22/12 12:35 AM] Federick: Compartir mas y no buscar superar a nadie. No comprar pescado podrido
[22/12 12:35 AM] Afks: Sos igual a Juan Pablo Castel, el mismo
[22/12 12:35 AM] Afks: Malditos criticod de arte
[22/12 12:35 AM] Federick: Fuertes?? Quienes?
[22/12 12:36 AM] Federick: ...
[22/12 12:36 AM] Federick: ...
[22/12 12:36 AM] Afks: Eso si, compartir, soy buena persona, ayudo siempre, pregunto, me emociono aunque esta emociom facilmentr liberada termine asustando
[22/12 12:36 AM] Federick: Ah..eso.
[22/12 12:37 AM] Federick: Eso no se elige. Sucede
[22/12 12:37 AM] Afks: Soy SOY SOy jajajajaj Matame
[22/12 12:37 AM] Afks: Pero se entiende la idea
[22/12 12:37 AM] Federick: Pasa con las personas grandes..con lod que se estan por.ir..son.mas sentimentales..quieren mas
[22/12 12:37 AM] Afks: Eso si, las cosas suceden, son uma continuacion de los que venimos siendo
[22/12 12:38 AM] Afks: Sensibilismo
[22/12 12:38 AM] Federick: Continuacion de lo que venimos siendo? Que venimos siendo?
[22/12 12:38 AM] Federick: Estas hablando ya...soltar por soltar
[22/12 12:39 AM] Afks: Algo que fluye y no va a parar de fluir por el hecho de que pensamos en eso jajaj
[22/12 12:39 AM] Afks: Pero caemos en obviedades....estamos mal, hay que adaptarse o ser un pelotudo....pero ugual hay mas por hacer, hay mas
[22/12 12:40 AM] Federick: Peleemos..Soltemos nuestras mierdad..Si es asi..yo digo que vos no queres tener relaciones con mujeres..no buscas.. porque rehusas al compromiso y porque tenes miedo de lo desconocido y de lo que piensen los demas
[22/12 12:42 AM] Afks: Puede ser, y mi refugio cada vez es mas fuerte
[22/12 12:42 AM] Federick: Adapatarse o ser un pelotudo..escuchate..no me gusta decirte esa palabra(contemplate porque mi hermano pintor dijiste que pintaba mal) pero revisa los.conceptos que usas..hablan mucho mas de vos de lo que pensas..
[22/12 12:43 AM] Federick: Cobarde..raro..viejo..mal humor..no sigo
[22/12 12:43 AM] Federick: Hay algo..en algun punto de tu existencia..que te hizo ser asi
[22/12 12:43 AM] Afks: Y te perdes en la semantica...no ves, vos sos peor, te perdes en las palabras y conceptos...Hola
[22/12 12:44 AM] Federick: Me pierdo en eso..en tu juego..para ayudarte..porque Es que vos crees mucho en las palabras
[22/12 12:44 AM] Afks: Me ahorras años de terapia...sos un genio....un canibal desdentado
[22/12 12:44 AM] Federick: Te las tomas muy en serio
[22/12 12:44 AM] Federick: Eso del canibal desdentado me tiene por las pelotad
[22/12 12:45 AM] Afks: Jajaj
[22/12 12:45 AM] Federick: Yo nunca te doy consejos..ni te digo como vivir
[22/12 12:45 AM] Afks: Y la seriedad?
[22/12 12:45 AM] Federick: Vos haced lo q se te conta el culo..y lo que haces es llorar
[22/12 12:45 AM] Federick: Seriedad de que?
[22/12 12:46 AM] Federick: Si te queres seguir ahogando en el fondo..por lo menos escribi cosas que valgan la pena..sino
[22/12 12:47 AM] Federick: Trata de salir y buscate un aseguramiento..para ser mejor.. escribir mejor y que todos te tengan alla arriba..y las chicas te busquen.
[22/12 12:47 AM] Afks: Hambre...jaJj
esa es buema novela
[22/12 12:48 AM] Federick: Repito..nuestra amistad se ha convertido en eso. Y no es bueno..por eso no te he hablado..no ppr mi tio..que sigue mal..sino porque no es bueno ya esta amistad viejo..es como q esta podrida
[22/12 12:48 AM] Afks: Y ka felicidad?
[22/12 12:48 AM] Federick: La felicidad..ppr eso..buscala en otra parte
[22/12 12:49 AM] Federick: Con personas que superes y toda la parafernalia
[22/12 12:49 AM] Federick: Pisá cabezas
[22/12 12:49 AM] Federick: Ganá plata
[22/12 12:49 AM] Federick: Conseguite una novia..en cualquier bailanta
[22/12 12:49 AM] Federick: De vez en cuando juntante con los pibes a tomar una gaseosa
[22/12 12:49 AM] Federick: A jugar al futbol
[22/12 12:50 AM] Federick: Pero deja de destruirte y de ser masoquista
[22/12 12:50 AM] Afks: Estas podrido viejo, no te cansas, aburrite un poco menos y deja de rodearte de jubilados estupidos
[22/12 12:51 AM] Federick: Podrido es decirte esto..me tenes cansado..vos ..georgina..y tu indecision con lp que te cambio la vida..caprichiso..
. pareces un puto resentido..bueno..si no es con las mujeres..vuelta y vuelta..marica
[22/12 12:52 AM] Federick: Vos y todos los poetas son todos unos maricones de mierda que no se animaron a decirle de en serio a una verdadera mujer que esta ban diapuestos a dejar todo por ella
[22/12 12:53 AM] Federick: Y andan llorando por ahi y por todos los putos lados volviendose unos miserables de porqueria.
[22/12 12:55 AM] Afks: Estas hablando de vos mismo, desahogate tranki
[22/12 12:56 AM] Federick: Si..seguro..debe ser eso..no hablemos mas por un tiempo..no nos mandenos nada mas.
[22/12 12:57 AM] Federick: Final del juego. Hasta que mejoremos nuestras putas vidas..vos empezaste..si queres ser mejor que alguien.. buscan otro a quien molestar. Y sino encontras busca mas o dejá todo esto para siempre.
[22/12 12:58 AM] Federick: Te va a hacer bien.
[22/12 1:00 AM] Federick: Fijate eso..Sino podes debutar con una novia/amiga..puede ser con una prima/tia..o una puta.
[22/12 1:00 AM] Afks: Jajaj
Estupidos
[22/12 1:00 AM] Federick: https://www.sexysabor.com
[22/12 1:01 AM] Federick: https://www.dulcesdiosas.com
[22/12 1:08 AM] Afks: Jajaja
Castel porque mato a Maria?
La esfinge ademas de tramposa se habia vuelto una puta...
Que andes bien viejo Y a pesar que me chupa un huevo tu tio, espero que salga todo bien, te deseo lo mejor, alto año loco, alto año....
[22/12 1:08 AM] Federick: Suerte
[22/12 1:09 AM] Federick: La vas a necesitar con tus clases de filosofia
[22/12 1:09 AM] Federick: Y con tu terror a las mujeres
[22/12 1:10 AM] Afks: Gracias....
espero que algum dia conoscas ese terror
[22/12 1:13 AM] Federick: Ese terror por ser un homosexual..o un asexuado..no es la esencia..algo paso para que seas un puto de mierda..es hora de que cuentes..sino si.. la amistad y todo se termina.
[22/12 1:14 AM] Afks: Sabato dijo qe Borges no ppdia tener amigos, ya no se cual es cual
[22/12 1:14 AM] Afks: Jajaja esto Punchline tras punchline jajajaj
[22/12 1:15 AM] Federick: No te abris..
[22/12 1:16 AM] Federick: Hay algo..hubo algo..buscalo..vos sabes bien que es..es un hecho..una persona..un recuerdo..un trauma. trata de sacarlo.
[22/12 1:17 AM] Afks: No te abris dice el chabon que prefiere enviar mensajes....Georgina tenia razon....
[22/12 1:19 AM] Federick: Es verdad dario. Nuestra amistad está terminada.
[22/12 1:19 AM] Federick: Es un cancer que no podemos curar.
[22/12 1:22 AM] Federick: Lo sabemos. Duele. Pero nuestra amistad se termina. Se tiene que terminar para que terminemos de pensar, yo en lucia, y vos tal vez en georgina. Y en lo que podamos haber dichl o callado. Basta. Terminemosla. Lo sabemos. Estamos solos.

jueves, 6 de diciembre de 2018

El proyecto (nouvelle)

15

Recibí una carta de un viejo amigo. Creí que estaba muerto o algo por el estilo, pero no, parece que está vivo, tal vez más que yo, no sé. La cosa es que parece tener ganas de contactarse conmigo.
Que cosa rara recibir una carta en estos años. Típico de este personaje tan especial, pero bueno, que le puedo hacer. Me rasco la cabeza, me acomodo el pelo, manoseo mi rostro y procedo a leer.
Otra vez lo mismo con este pibe. Sus clásicas preguntas angustiantes, trágicas, románticas,  existencialistas y estúpidas, muy estúpidas e inútiles. Que parecen escritas desde la cima de una montaña en plena noche o desde lo profundo de un pozo oscuro. Cuando en realidad se las saca del culo.
Para que escribir se pregunta y me pregunta. Como me fastidia. ¿Cómo iba a saberlo? Ya le explique la última vez que nos vimos que ya no me interesa todo eso de la literatura, los poemas, el romanticismo, el problema del hombre moderno, Nietzsche, Sábato, Unamuno y todos los demás poetuchos.
El sueño de la filosofía termino hace años para mí, ahora estoy viviendo con mi pareja, con mi hijo y trabajo de lunes a sábados. Definitivamente no tengo tiempo para haraganear, para boludear y leer poesía.  Todo eso es tiempo pasado para mí y pensé que con Pallers había pasado lo mismo, pero parece que no, sigue con sus locuras y sus bajezas. Solo estuvo escondido estos años, como siempre lo hace, y molesta de vez en cuando y hoy con esta pesada carta. No voy a dejar arrástrame de nuevo, no señor.
Rompo la carta y prendo la televisión.


16

Mejor…mejor…mejor…mejor…es un infierno esto. Siempre parece haber un “mejor” que empeore las cosas. Las posibilidades de ser, siempre se nos van a escapar y nos dejan con las ganas de haber probado otros caminos, de abrir otras puertas, sin importar nada.  Puertas que siempre parecen cerrarse automáticamente cuando uno logra abrir alguna de ellas.
Mejor hacer esto, mejor lo otro o ambas, o no hacer nada, intentar todo y perderse y quedar exhausto con las manos vacías. Maldito amor, malditas amistades, malditas obligaciones, maldito compañerismo y respeto hacia el prójimo.
Las cosas se me mesclan y como no se iban a mesclar, si solo estoy intentando dormir en un cuarto a oscuras. Solo yo y mi pensamiento de nuevo, que va retomando a modo de juego todo lo que pensó y vio durante el día.
Comprar aquel sanguche de milanga fue muy mala idea, lo pagamos caro, lo pudimos haber conseguido más económico y sobre todo más temprano, si hubiéramos obedecido al primer instinto que tuvimos, pero no, especulamos con otras puertas y otras oportunidades más, que siempre se nos ofrecen.
La chica del subte se parecía a otra, y si le hubiéramos preguntado educadamente su nombre, quizás nos hubiéramos enterado que también tenía ese nombre prohibido o no, y chau con las similitudes y coincidencia. Qué oportunidad desaprovechada de asustarnos o de reírnos un poco.
El vendedor se puso molesto, parecía que ni hambre tenia, solo quería encajarnos su mercancía a la moda, y obtener algún billete de cien. Tuvo suerte, conmovió a uno de nosotros que andaba adinerado, y con el miedo de que el individuo en apuros nos pegue algún sopapo por malos clientes.
Mis cuadernos de juventud tardía y con tiempo libre, al parecer, gustaron. Me decía que había escrito en una página una cantidad exagerada de veces el nombre del filósofo Nietzsche. Yo no me había percatado de esto, quizás es que no quería que alguien se confundiera de autor, o peor aún, que en el momento de escribir la primera cita  no tenía la más remota idea de que la siguiente seria del mismo escritor y así un par de  veces más.
Su modo de leer era impresionante, le sacaba agua a las piedras, quedo fascinado con una hoja en blanco. Yo siempre pensé que ese truco era para hacer una pausa en las lecturas y así no mezclar todo. Él decía que ese espacio en blanco hablaba mucho y que hasta podía describir momentos cruciales de mi vida. No sé cómo se tomó mis palabras, cuando le dije que era un espacio en blanco y nada más, que dejaba porque no me gustaba escribir detrás de la hoja que tenía un dibujo por delante. Pero ahí está de nuevo el problema. Él, al quedarse callado, habrá pensado en otra interpretación posible para mis actos. Quedando de esta manera con la absoluta certeza de que nada de lo que hacemos es casualidad y que todo, sea lo que sea, remite a algo de la vida que uno viene  llevando, desde el primer momento como se pueda.
Pasaron muchas cosas más. En un momento, yo quería hablar de princesas rescatadas por sus príncipes, después de vencer al malévolo dragón, y el no. Solo se limitaba a traerme a la realidad, con algún golpe bajo o entrevista laboral, diciéndome que no sueñe más, que lo hecho, hecho está, que no me iban a perdonar los errores, por el simple motivo de que ya no hay un porque, y que ella es feliz sin mí.
Y  nos separamos, en donde corren los trenes, porque nuestras vidas reales, dándole la maldita razón a él, nos apuraban con alguna tarea para entregar con urgencia, y en mi caso, con algún deseo de ver la televisión tranquilo y descalzo.
Mejor…mejor…mejor…mejor…ahora no hay dudas, de que  lo mejor que puedo hacer es voltearme y dormir un rato.


13

Mi filosofía es mediocre. Carece de argumentos y de conceptos claros. Escrita o hablada no logro hacerla comprender.  Las imágenes pudieran ayudarme, pero no soy pintor ni dibujante. Tampoco de melodías me puedo servir, el deseo de ser músico nunca estuvo en mí. No obstante debo expresarme, porque tengo ideas y estas deben ser oídas sino quiero que se desperdicien y se transformen en una nada. Este es mi mayor miedo, no lograr hacer comprensibles las cosas que se me ocurren, que me nacen, que solo buscan salir de mí para lograr llegar ser algo, por mínimo que sea. Al fin y al cabo, quizás solo a los golpes pueda hacerme entender.
Me llamo Patricio, tengo treinta años y vivo solo. A pesar de que siempre fui un solitario, y de tener escasa familia, tengo varios conocidos. Solo aquellas personas que suelo saludar amistosamente, y que tal vez, en especiales ocasiones o no tan especiales, suelo mantener extendidas charlas sobre la vida, mientras disfrutamos de una lata de cerveza o alguna otra cosilla. Más allá de esto, la categoría de amigos la tengo vacante y cerrada hace tiempo. No los busco y ellos tampoco me buscan a mí.
Trabajo de tiempo regular, ocho horas diarias. Vendo cosas en un kiosco a la vuelta de mi casa. Soy, lo que la gente llama, el típico laburante de barrio. Gano lo justo y necesario para alimentarme a diario y para esas demás cosas que suelen necesitarse para vivir tranquilo y en paz. Nadie depende de mí, y me gusta pensar que yo tampoco dependo de otros.
A veces me siento mal por venderles cigarrillos sueltos a pobres adolecentes, pero me calmo cuando me pagan y se marchan apaciblemente. Solucionar el mundo no es problema mío. Creo que una persona, por más voluntad que tenga, no puede hacer mucho al respecto.
Soy eso, un simple vendedor que no va a mejorar el mundo, y no va a poner ninguna excusa por no poder hacerlo y su existencia que abarca lo mediocre.
El ser hijo único no sé qué significo para mí, difícil me es pensarlo. Mis padres nunca apuntaron sobre mí grandes proyectos o ambiciones. Digamos que me acompañaron, durante la infancia y adolescencia, con una educación ordenada, un trato justo, y con escasas muestras de amor, creo que también fue justo, porque no sé qué más pudiera pedir de ellos. En fin, siempre fui algo reticente con sus intentos de acercarse.
La escuela primaria paso por mi como si nada. Mi casa estaba siempre vacía, si al recordar no me equivoco, yo pasaba horas inventando pequeños juegos de niños que nunca pasaban a mayores. Con mis padres en esta primera época, como en las que siguieron, las conversaciones seguían siempre el mismo habito. Una pregunta, una respuesta, otra pregunta, otra respuesta. Ningún hecho podía romper este marco. Yo era un hijo correcto, toda una idealidad, al menos en mis respuestas.
De igual manera puede que me equivoque, en realidad hay muchas cosas de las que no retengo ningún recuerdo en lo absoluto.
Ellos también parecían los padres ideales. Daban lo que tenían que dar, si recibían lo esperado. Parecían, ambos, dos seres tristes, pero la verdad es que eran muy serios. Fríos, en lo que hoy se podría suponer como el típico trato que los padres dan a sus hijos. Por fuera de la relación que tenían conmigo no sé qué decir, porque o no me acuerdo o nunca los vi relacionándose con otras personas, fuera  algún tío o algún otro pariente lejano.
En mi adolescencia, y en la etapa del secundario, creo que viví o sentí  por primera vez  aquella chispa que pudo haberme marcado para el resto de la vida, al menos hasta el día de hoy. Me solía ocurrir en clases en donde el profesor  nos hacía preguntas al azar. Del tipo que requerían cierta elaboración previa en las repuestas, no por ser complicadas en sí, sino por precisar cierto ordenamiento  para ser pronunciadas de forma correcta. Me ocurría tener esa respuesta en mí, dentro de mi cabeza, pero no encontraba la forma de hacerla salir de allí dentro, de expresarla de modo ordenada y correctamente.
Esto hizo que muchas veces me guarde interiormente. Por no querer pasar el ridículo de decir una tontería mal ordenada, y  pasar por un tonto que no entendió nada de lo que se venía hablando en clase. Es esa sensación que no puedo describir, de tener algo para articular, para decir y al fin no poder hacerlo. No me podía traducir a mí mismo. Y por lo general optaba por quedarme callado, ahogando en la garganta este desorden que nacía en mi cabeza.
En pocas palabras, había algo en mí que no podía sacar, eso fue lo que empecé a sentir mientras cursaba el secundario.
No obstante, este problema no llegaba a importunarme del todo durante aquella época de mi juventud. No crean que me impedía desempeñarme en las demás cosas como una persona normal, al menos en cómo me podía mostrar exteriormente. Cumplía con las tareas de la escuela, como todo el mundo, no de manera brillante o sobresaliente, pero me alcanzaba para vagar tranquilo por aquellos años. Con mis padres igual, sus preguntas eran tan normales y monótonas que no requerían esfuerzo para responderlas. Casi siempre contestaba lo mismo, sin llegar a mentir de manera directa, y eso era suficiente.
De igual manera, sobre todo, en momentos relacionados con los trabajos escolares, siempre sentía que  me quedaba con algo que pudiera expresar o agregar, en estas mis tareas. Hacia todo si, pero de una manera estándar, nunca lograba sacar de mí aquel sello propio que podría diferenciarme del resto.
Pero al fin y al cabo nunca fue del todo importante, no lo pensaba así, y con el tiempo logre acostúmbrame con este mi proceder, sin hacer de ello gran problema. El no poder trasmitir  lo que acontecía dentro de mí.
Sé que no estoy siendo del todo claro, pero entiendan, es precisamente este problema que tengo el que quiero lograr hacer comprensible. No se me debe culpar, a esta altura, si no logro hacerlo, sobre todo por escrito, ya que con el tiempo se fue volviendo algo constante en mí. No podía y no puedo expresar el fondo de mi ser, pero como ven tampoco puedo decirlo o escribirlo, porque este el problema, y  el término “fondo de mi ser” creo que no es lo que mejor se aplica a este sentir.
Pasó el tiempo, y tuve la oportunidad de ir a la universidad. Mis padres no tuvieron problema de seguir sosteniéndome económicamente. Lo veían como lo correcto, como el paso a seguir, y ya que podían quisieron hacerlo. Al preguntarme yo no tuve problema, a pesar que no sabía aún que estudiar allí.
Entre en la carrera de letras, en la facultad más cercana. La verdad no sé porque, nunca me intereso la escritura, y solía leer poco, es más como entenderán siempre tuve problemas con estas prácticas de índole “intelectual”.
Ver la hoja en blanco, y saber que estaba obligado a llenarla, siempre fue el infierno, algo de lo que tenía y no podía escapar.
En esos momentos mi problema, que ya lo había tomado como algo natural que me había de acompañar por el resto de mi vida, era cuando más se manifestaba. Sufría la urgencia de ponerme en marcha, de ordenar las ideas y traspasarlas al papel. Esto me ocurría todo el tiempo y cada vez se trasformaba en un malestar con síntomas que de a poco iban empeorando.
Solía quedar paralizado, en el intento de obligarme a garabatear algo. Me lastimaba a mí mismo, me rasguñaba o golpeaba con los puños el escritorio o cualquier otro mueble que estuviera alrededor o que se cruzara en mi camino.
Fue un grave error  pretender seguir con mis estudios. Estos golpes que me daba ya eran toda una premonición de como terminaría, si dejaba que esto siga creciendo.
Acabé abandonando la carrera, luego de un par de años de lucha conmigo mismo. Lograba desarrollar los trabajos y todo ese tipo de cosas, pero no de una manera que pudiera satisfacerme por completo. Siempre me quedaba con ese gusto amargo de total insatisfacción. Ya lo sabía, había algo en mí que no podía ser expulsado mediante palabras.
Algo siempre se terminaba quedando alojado en el fondo, algo que pedía salir.
Llegue a romper todo lo relacionado con la universidad. Rompí carpetas, cantidad de hojas en blanco, destroce mi mochila, y termine rompiendo cosas de mi habitación. Recuerdo haber roto un cuadro que había en la pared con el rostro de no sé qué artista. Era una cara que se transformaba en el rostro de un ave extraña. Con unos ojos fríos que siempre se me quedaban mirando, y que hoy, en mi venganza, está enterrado en un tacho de basura.
Fue en esta época, yo rondaba los veintipico, cuando me pelee con mis padres y tome la distancia que hoy tengo con ellos.


24

Conseguí un trabajo cualquiera, que me permitiera alquilar una habitación para mí solo, para hacer algo, matar el tiempo, ya que no tenía aspiración alguna para  hacer alguna cosa en particular. Sabía que mi problema iba a interferir en cualquier labor “intelectual” o “artística” que me propusiera con seriedad. No podía escribir o decir correctamente lo que pensaba. Sabía que no servía para hacer casi nada.
Me solía ocurrir en típicas charlas en las que buscaba dar mi punto de vista, con respecto a un tema específico, que no encontraba las palabras que hubieran indicado precisamente lo que buscaba decir. Y si recurría a imágenes o a ejemplos me iba completamente del tema, llegando incluso a dejar que se interpreten de mis palabras exactamente lo contrario de lo que quería decir. Algo completamente absurdo. Mis ideas se morían disfrazadas de otras.
Esto hacia siempre que me embronque o me fastidie conmigo mismo. Y para calmar el malestar me mordía los labios u oprimía algo disimuladamente con las manos. Eso siempre lograba calmarme un poco. No era Van Gogh, sino hubiera procedido a arrancarme la oreja o en este caso la lengua de manera violenta. Pero sé que exagero, no se preocupen, ningún destello de genialidad u originalidad podía sacar de mí. Todo era monótono o vergonzoso, nada más que simpleza vulgar.
Una vuelta hasta llegue a patear a un inocente perro. Ocurrió cuando iba caminando de regreso a mi casa, que de la nada un señor me intercepto con una simple pregunta, buscaba una dirección no muy lejana de donde nos encontrábamos. Ni bien dicha la pregunta, yo me quede paralizado, sorprendido, abstracto, intentando pensar y acomodarme a esta repentina situación. Yo conocía esa calle, pero no sabía por dónde comenzar a hablar, me trababa completamente.  Y mi cara debió de ser rara, porque el hombre me miro extrañado y dijo gracias, no se preocupe y se fue dando un salto.
Me quede irritado, con la sensación de impotencia que me carcomía los huesos.  Era el colmo, ni siquiera podía con algo tan simple, me repetía en el pensamiento a mí mismo, también algo desilusionado y triste. En ese momento justo un perro, de esos que viven en la calle, pasaba a mi lado, lo mire y con el odio que me quedaba le di un puntapié de la nada, una salvaje patada sin compasión. El perro pobrecito se alejó corriendo, el golpe debió de  dolerle.
Siempre me ocurrían cosas de este estilo. Hubo un tiempo en que pensé en dedicarme a ser boxeador. Para lograr descargar estos impulsos violentos en algo productivo. Pero no resulto. Aprendí que los boxeadores no salen de la nada. Primero tiene que haber alguien que te influencie desde chico en el tema, que te inculque la idea, algún padre o pariente que lo haya sido en el pasado. Vivir en un ambiente donde este deporte sea algo común, como una tradición, cualquier cosa, alguna circunstancia que me lleve a ello, sin que me diera cuenta. Pero no contaba con nada a mi favor, de grande no se aprende cosas, menos disciplinas tan aplicadas y rigurosas. Ni siquiera un gimnasio o algún lugar en que se practique conocía.
Tenía que sacar esto de mí, esa era la cuestión. Los golpes, pienso, ¿qué es un golpe? ¿Una manera de comunicarse? ¿De expresarse? ¿De sacar una voluntad o intención que hay dentro? ¿Una ganas de hacer qué? Al menos, parece una forma de hacer contacto con los otros, un trasmitir algo, un impulso, quizás también un pensamiento, no lo sé, no sé nada, me enredo sin sentido.
Lo que sabía era que en mis “ataques” de impotencia, de aquella imposibilidad de decir o trasmitir algo, lo único que me reconfortaba era hacer algo brusco, algo con algún trazo de violencia. En aquella ocasión  patee a un perro. Cuando intentaba escribir algún proyecto escolar rompía hojas, hasta llegaba a pellizcarme para liberarme, para sacarme de encima o expulsar no sé qué. Esto resultaba realmente angustiante.
También tenía muy en claro que este problema debía quedar en mí. No podía ir por la vida golpeando o pellizcando a terceros, debía limitarme a mi persona, de lo contario los problemas no tardarían en presentarse.
Por suerte con el tiempo pude ir tranquilizándome, apaciguando esta energía mal llevada. Descubrí que no debía exigirme grandes tareas, porque era en estos momentos dónde más se manifestaba la trabazón. Debía mantenerme el mayor tiempo posible en calma, tranquilo, sin apurarme a resolver nada. No exigirle a mi mente un trabajo demasiado rápido, sino el pensar, el tomarme el tiempo para hacerlo y definir lo que busco decir con las mínimas palabras.
No era que me había vuelto un tonto, no, al contrario, podía procesar grandes combinaciones en mi mente y expulsar un resultado más sencillo. Nociones más palpables, más fácilmente comprensibles, tangible, más aptas y cómodas para manejarse en una vida normal.
Ya no precisaba de golpes sobre las cosas o de pellizcarme la piel. De a poco estos síntomas se fueron apagando.
Además ahora con esta nueva paciencia, el no apurarme al hablar o el buscar decir algo maravilloso que supere cualquier expectativa, podía adoptar  un aire más sabio, más armónico, quizás sutil. Demostrar una tranquilidad, que siempre es mejor acogida por los otros.  Más que cualquier disparatado levantamiento de la voz.


18

Termine encontrando el trabajo en el que estoy hasta el día de hoy. El cual me ayudó y me permitió llevar una vida sin exigencias.
Con mis padres pude reconciliarme, aunque sea un poco y de palabra, más no se podía pedir de ellos y sobre todo de mí. De esta manera pasaron los años hasta llegar al presente. No hay más que pueda contar, en el transcurso de la vida que llevo, que pueda resultar llamativo.
Ahora que puedo verlo todo en retrospectiva, desde mi puesto de trabajo, pienso que logré superar este problema. Que si no hacía algo para calmarlo tarde o temprano iba a arruinar mi vida.
Era totalmente vano y estúpido que me exija cosas que no podía lograr y que me atormentaban de tal manera. El trabajar con las ideas, el ingenio, la creación, son cosas que pueden dañar más de lo que uno puede imaginar. La historia misma nos demuestra a muchos locos, que se prendieron fuego a sí mismos, al no poder soportar las inclemencias y las miserias que se esconden detrás de toda creación artística o de proyectos duramente elaborados que consumen vidas.
A parte, como dije, estaba seguro de que no iba a lograr nada. Me faltaban habilidades, aquella facilidad  de ponerme fuera de mí, la magia del artista, la de expresarme. Nunca la tuve, y la expresión violenta, el golpear o golpearme, no iba a ayudar en absoluto.
Hoy puedo ser mal vendedor o buen vendedor. Mínimo y suficiente contacto con las personas. Aprendí a disfrutar de la sencillez de esta vida, que tiene grandes cosas. El trato falso, o quizás, el más verdadero de todos,  con las personas. Me saludan, me dan el buen día con alguna sonrisa. Yo trato de hacer lo mismo y satisfacerlos con mis servicios de vendedor. No hay más que pueda pedir o exigirme a mí mismo, aquellas ideas que me pedían libertad, con el tiempo se calmaron y ahora puedo manejarlas de un mejor modo.  Soy feliz con esta vida que llevo, simple y convencional, nada de otro mundo,  lejos de cualquier pretensión o peligro de hacerme  resaltar.



19

-¡No veo un carajo!- dijo el narigón, con la voz agitada mientras llegábamos.
Un viento fuerte levantaba remolinos de tierra y parecía que estábamos en el medio de una tormenta de arena o de lo que más bien era la ante sala a una tormenta.
-¡No se ve nada!- gritó uno de las dos voces- ¡está todo oscuro!, ¡mirá arriba!- era Pato, porque señaló el cielo, que tronaba desde que habíamos entrado al supermercado.
Nos detuvimos en unos pastos altos para que nadie nos vea, cerca de la salida del paso nivel, muy alejados de la plaza y de la estación. Y nos tapábamos las caras con las remeras del  equipo para que no nos molestase la tierra. Permanecimos un rato callados, escuchando el viento poéticamente helados. Helarte: cagarte de frio. Y de repente, zas, la tarde noche pareció cerrarse estrepitosamente, como quien olvida dejar las luces prendidas del patio antes de irse a dormir porque el interruptor que está afuera de la casa está lejos y se observa que el cielo está amenazantemente oscuro. Bueno, asi estaba. Porque se venía la tormenta, el cielo se había oscurecido.
Empezamos a tratar de poner las cosas en claro. “¡¿ Cuánto hay?!”, pregunté gritando.
-¡Hay como cinco lucas!- dijo Pato, que era el que tenía la plata.
-¡¿Cómo sabés?!- retrucó el narigón.
Las primeras gotas empezaron a caer y a mi me parecieron frías. Al viento también, porque por un momento dejó de soplar y se quedó en silencio, como si quisiera escucharnos.
-Pensás que te voy a cagar, ¿No?
-No, no es eso, es que hay que repartir y irnos a la mierda.
No sé por qué pero al verlos pelear me dieron ganas de matarlos. Sacar el fierro y dejarlos ahí secos entre los yuyos. Ah, si me descubrieran dirían: joven estudiante inconcluso de filosofía mata a dos amigos luego de asaltar un supermercado chino. Profesor ayudante de la materia filosofía antigüa mata cómplices amigos.” Tan solo me limité a decir: “Que quilombo hicimos.”
-Vamonó a la mierda- dijo Pato, que era el que nos había llevado hasta ahí.
-Pero si vos nos trajiste acá- ya re mil sacado el narigón.
-Si ya sé...pero era para…
-Si, vos nos trajiste- lo acusé yo- Patricio, repartí la guita y listo.
Pensé en sacar el fierro y apuntarle. Si lo hacía, quien sabe lo que pasaba. Por un segundo tuve la sensación de que lo iba a matar si no lo hacía, y al narigón también de paso, y que le iba a contar todo a la policía.
Empezó a llover torrencialmente. Y el muy hijo de puta salió corriendo. Y cuando llegué a casa me di cuenta que estaba esperándome y que habíamos vuelto a ser uno. Teníamos la guita.


20

La primera vez que se habían visto había sido en las aulas de filosofía. De contexturas delagadas, piernas largas, brazos igual, inclusive la misma vestimenta. Si alguien hubiese visto todo desde una cámara caleidoscópica, de 360 grados, hubiese dicho que iban a tener más cosas en común de las que se hubiesen imaginado. Ese primer día en la facultad de filosofía en la calle Puán, se habían conocido y habían coincidido en todas las materias y habían pegado onda enseguida. Como si se estuviesen esperando desde tiempos muy lejanos. Eran días lluviosos y el consejo directivo había lanzado como consigna cuatrimestral la enigmática frase “¿Podrán dar todo?”, que rondaba como un camaleón, como un camaleón hembra, el temario y las exposiciones y presentaciones y conferencias y congresos, etc. Luego se vieron en muchos lugares mas.
Fueron pasando las semanas. Fortaleciendo el vinculo. Coincidiendo en temas como lecturas y series de netflix o películas antiguas como Casablanca u otras tal vez no tanto como El niño del pijama a rayas y tal vez otras mas recientes como Batman el caballero de la noche. Y hablaban de filosofía y como esta siempre podía estar presente en cada película y en cada instante de la vida. Y se veían cada vez más. Fueron contándose confidencias. Los primeros amores, los primeros bailes de la secundaria. Cosas que en realidad no habían ocurrido. Y así cada vez más. Pensamientos suicidas. Pensamientos absurdos. Estudiantes ambigüos. Estudiantes esquizofrénicos. De todo hablaban y sobre todo creían tener algo para decir. Política. Género. Aborto. Marihuana, que no habían probado nunca. Hablaban de idealidades. Amores románticos. Amores perdidos. Amores que no sucedieron ni iban a suceder. Se enamoraron quizás por primera vez y raramente, de Castillo, a quien esperaban a la salida para que les dirigiera la palabra y se diese cuenta de su existencia. En vano. Ya que Castillo siempre parecía estar en otra. ¿Cuántos años tiene Castillo?...¿Puedo enviarle este mail Castillo?...¿Por qué tanta rareza?.
Y así se fueron conociendo mas y mas. Hasta que... Un viernes, a las diez de la noche, luego de haberse quedado después de hora para presenciar un recital de poesía del famoso escritor poeta Fabián Casas, en la estación del subte Emilio Mitre, de la línea E, sin pensar demasiado, se besaron por primera vez.

Al tiempo, pero esto es muy sobre el final, vivirían una especie de noviazgo, muy extraño, que se anunciaría a los cuatro vientos onda confesión mediante una publicación en internet, donde una escribiría y la otra lo leería. Y así seguramente todos los que las conocerían. Pensarían en el que dirán y al tiempo muchas cosas ocurrirían.
Todo así, hasta que un objeto, en una foto, delataría que ambas, siempre habían sido, primas, lejanas. O cercanas. Pero para esto falta.


21

Un verano, un día, ya siendo novias, viajaron al norte del país. De mochileras.
En total se subieron a treinta y ocho autos y cuatro camiones. Conocieron mucha gente. Allí vivieron experiencias que podrían ser consideradas únicas. Llegaron hasta donde querían ir y se instalaron en los alrededores del centro de la ciudad.
Dormían en un camping. En un comedor común, donde comían y bebían. Se podría decir que bastante. Comieron animales exóticos. También plantas, que presagiarían su conversión poco tiempo después a las dietas vegetarianas. Postres. De todo tipo. Hasta ahí se limitaba el rubro gastronómico. Con las bebidas, si se podría hacer la diferencia, hubo de todo… Gaseosas. Cervezas. Vodka. Martinis. Etc.
Cuando terminaban de comer, iban al baño y de ahí a la carpa. Donde se acostaban mientras se besaban, entrelazando sus piernas. Ya se habían acostado muchas veces en Buenos Aires, pero fue en el Norte donde intensificaron la apuesta.
Tuvieron mucho sexo. Sexo que fue variando a medida que veían la necesidad imperiosa de reinventarlo. Probaron de todo. Posiciones. Puestas en escenas. Cambio de roles. Hasta que encontraron una cierta comodidad a través de las lecturas. Leyeron y leían de todo. Había una librería en el centro donde iban. Libros baratos. Librerías perdidas. El primer libro que leyeron fue El Banquete, de Platón, y a partir de ahí consideraron que en adelante comenzarían a hacer solamente, el amor. Luego vinieron muchos más pero el que modificó el panorama fue el Kama Sutra, con su apertura divina que hace perder la cabeza a cualquiera, y pese a que esperaban exactamente lo contrario luego de tal lectura, se puede decir que a partir de ahí comenzaron a hacer una exploración corporal que iba desde lo que sentían cada una a lo que pensaban que podían sentir antes, durante y después de llegar a los orgasmos. Habrán estado como una semana así con los libros, que se iban acumulando. Hasta que leyeron Utopía de Tomás Moro, y ahí si, sin saber cómo ni por qué, empezaron a coger. Y eso fue lo más placentero que experimentaron en el plano de todas sus lecturas pre copulación, hasta que fumaron marihuana. Mucha marihuana. Y de la buena. La que pega, les dijo la chica del camping que se las obsequió, luego de hacer un trío en honor a una lectura del Marqués de Sade junto a ellas.
Luego, un día, empezaron a caer los buitres.



22

La locura del nunca existir. Que buen texto hubiese sido, se dijo Castillo mientras caminaba rumbo la entrada de la facultad de filosofía y letras, si le hubiese puesto mas ganas para terminarlo como la gente ¿Pero qué es terminar un texto como la gente? ¿Cómo lo hacen esos lameloides colegas de la academia? Castillo notó que utilizaba nomenclaturas propias de los textos de ciencia ficción que estaba leyendo últimamente y decidió permanecer en silencio, mientras dejaba irse  hacia uno de los prácticos de filosofía antigua donde ayudaba dando clases. Clases que eran consideradas por los estudiantes como clases fuera de lo común, clases extraordinarias, donde Castillo exponía, por ejemplo, en una lección de algún pensamiento de Platón que consideraba aburrido, pero muy aburrido y pasado de moda, un paralelo con lo que Nietzsche pensaba del tema, y ahí la clase se perdía, se iba por las ramas, ya que Castillo y su vida era Nietzsche desde que tenía memoria. Entonces hablaba del alemán pensando en lo que pensarían los estudiantes primerizos que estuvieran escuchando una clase de Nietzsche por primera vez. Y empezaba a hablar y los estudiantes participaban, hasta que Castillo proponía una lectura, una de sus tantas lecturas, trazando un paralelo de la vida del filosofo alemán, con lo que había sido su caída en Turín, cuando le llegó la locura y el fin, en una calle perdida, y sus posteriores días envueltos en pleno delirio, con pequeñas aproximaciones, hasta que vino a salvarlo un amigo; y en aquí Castillo se detenía, y enfatizaba un poco sobre lo que conocía literariamente de algunos pasajes de la primera parte-parte que en realidad era la única que había leído- del Ulises de James Joyce; y se enfrascaba un poco en eso, y los símiles que podría haber tenido tal lectura en una lectura posterior y faranduleada-seguramente mala, decía Castillo- hecha por Marilyn Monroe, en su famosa fotografía sosteniendo tal libro y en su posterior vida llevada al exceso, diciendo Castillo que eso era bueno pero también malo, sin decirles a los estudiantes, que había que buscar ese famoso punto medio de las cosas, el punto medio oriental, que Castillo detestaba, mas por no considerar que ese pensamiento que tal vez tanto admiraba a Nietzsche por su devoción discipular a la distancia para con su amado Schopenhauer y sus ideas, desdeñadas por Castillo, por tener una vieja bronca contra un ex amigo que le gustaba a Borges y que decía que el punto medio era algo propio de sus ideas Borgeanas-Nietzscheanas-Schopenahuerianas , cuando Castillo bien sabía que todo era parte del pensamiento de oriente llevado y mal comido desde occidente, acusando a su amigo de leer a Schopenhauer desde Borges, ni siquiera desde Nietzsche, la tesis que Castillo si defendía, en una lectura considerada por Castillo, como enferma. Totalmente enferma. Luego la lección se distorsionaba, y pasaba del epígrafe de la novela de Joyce que hablaba de los cadáveres que se destripaban en la sala de autopsia,  a los asesinatos inconscientes de Charles Manson obedeciendo a una especie de mandato divino y la clase delirante era ambientada con dos o tres temas de Marilyn Manson que hacía que algunos estudiantes-bastantes- se retiraran del aula y se perdieran la parte que mas le interesaba a Castillo: que era el rescate del filósofo alemán por quien fue considerado su mejor amigo en el final de su vida: el pintor Franz Overbeck, y como este decidió ir a buscarlo a Turín, de donde trasladó a su amigo hasta el manicomio en Basilea. Y ahí la lección concluía con dolores de cabeza. Muchos. Los pasillos estaban imantados de flores y plantas de todo tipo; y esto a Castillo le pareció desagradable y antiestético. Todo es estética, se repitió, mientras empezaba a subir las escaleras. Y llegar al aula para dar una de sus tantas clases.


23

-La parte más inconveniente de todas es cuando te das cuenta de que mataste a una persona. Y seguís viviendo con eso como si nada. Liberado de toda culpa. Eso te enseña la literatura. A soltar y a dejar ir eso que mas amaste.
-Si, pero y si no mataste a nadie…
-No me jodas viejo, vos sabes que vos mataste a tu amigo por unos pesos de mierda… y lo peor es... que ahora sabes…
-Que el crimen no paga.



17

Un mal día, pero esto fue mucho después, mucho tiempo después, dicen que el escritor desaparecido Miguel Quinteros aterrizó y se encontraba en la ciudad de México. Allí paseaban una pareja de chicas que jamás iba a saber hasta un buen tiempo después (Antes de que se muriera la madre de una de ellas) que eran primas.  Distrito Federal, el llamado DF, que era capaz de tragarse a todo aquel que se disponía a perderse, lo tenía recluido a Quinteros en uno de sus tantos departamentos de mala muerte. Peleado con todo el mundo. Prácticamente indeseado en todas partes. Pero quien sabía si estaba ahí por eso o simplemente para perderse. Allí, dicen que Quinteros dormía todos los días sedado por dosis de tequilas y sobrellevaba todo su pequeño vicias gracias a que vivía con lo que había “ahorrado” de su salida escandalosa de la ciudad de Florencio Varela, de cuya dirección nadie se acordaba, a excepción de una de las personas que más lo conocían, y que sabía que Quinteros se empeñaba todo el tiempo en ser, dinamita. Esa persona también, y esto fue mucho tiempo después, bah, por esa época, viajó a México a buscarlo cuando supo que ahí lo encontraría. Pero México es muy grande. Por eso.. Y antes de seguir con la búsqueda y todo lo que puedan llegar a pensar, es preciso decir que la persona que lo buscaba se llamaba Darío Soto, era profesor sin recibirse, había perdido a su amor de toda la vida Georgina. Y las cosas de a poco se iban destejiendo, como la telaraña de una araña arrasada por un temporal de fly.


12

-La parte más inconveniente de todas es cuando te das cuenta de que mataste a una persona. Y seguís viviendo con eso como si nada. Liberado de toda culpa. Eso te enseña la literatura. A soltar y a dejar ir eso que mas amaste.
-Si, pero y si no mataste a nadie…
-No me jodas viejo, vos sabes que vos mataste a tu amigo por unos pesos de mierda… y lo peor es... que ahora sabes…
-Que el crimen no paga.

-Eso dicen...dicen que el crimen no paga



14

Un mal día, pero esto fue mucho después, mucho tiempo después, dicen que el escritor desaparecido Pallers aterrizó y se encontraba en la ciudad de México. Allí paseaban una pareja de chicas que jamás iba a saber hasta un buen tiempo después (Antes de que se muriera la madre de una de ellas) que eran primas.  Distrito Federal, el llamado DF, que era capaz de tragarse a todo aquel que se disponía a perderse, lo tenía recluido a Pallers en uno de sus tantos departamentos de mala muerte. Peleado con todo el mundo. Prácticamente indeseado en todas partes. Pero quien sabía si estaba ahí por eso o simplemente para perderse. Allí, dicen que Pallers dormía todos los días sedado por dosis de tequilas y sobrellevaba todo su pequeño vicias gracias a que vivía con lo que había “ahorrado” de su salida escandalosa de la ciudad de Guernica, de cuya dirección nadie se acordaba, a excepción de una de las personas que más lo conocían, y que sabía que Pallers se empeñaba todo el tiempo en ser, dinamita. Esa persona también, y esto fue mucho tiempo después, bah, por esa época, viajó a México a buscarlo cuando supo que ahí lo encontraría. Pero México es muy grande. Por eso.. Y antes de seguir con la búsqueda y todo lo que puedan llegar a pensar, es preciso decir que la persona que lo buscaba se llamaba Patricio Castillo, era profesor sin recibirse, había perdido a su amor de toda la vida Lucía. Y las cosas de a poco se iban destejiendo, como la telaraña de una araña arrasada por un temporal de fly.



25
Quinteros pronto supo que la chica de humo esa, cumplía años el día 25 de determinado mes. Y así, entre libros, pasó el tiempo miserablemente hasta que su madre lo echó de la casa y anduvo vagando por el período de diez años en el exilio.
Sin patria, sin ideas, sin perspectivas, había cambiado tantas veces el nombre que lo casi lo había olvidado. Pasaba el tiempo, y empezó a escribir historias, ya no eran poemas, sino historias que dejaba en cualquier parte, todas relacionadas con ese día como temática.
Había una historia que hablaba de bibliotecas perdidas en pueblos perdidos, como, por ejemplo, Guernica y allí, Quinteros, con una destreza técnica muy pobre, contaba la historia, su historia y lo que recordaba de ella, desde la perspectiva de un joven estudiante llamado X, cada vez que iba los 25 de cada mes a pagar la cuota a una biblioteca. La biblioteca era pequeña, agradable, y tenía los libros que debía tener. El joven estudiante era el único, en días invernales, en ir, y muchas veces parecía que era el único en la ciudad, porque Guernica no era un pueblo, que leía.
Allí, en la librería, ese mismo día, cada vez que llegaba el estudiante, y aquí la historia se ponía pesada. Lo único que escribía Quinteros era la repetición de este dialogo. Muchas veces con distintas palabras.
El joven X entraba y esto  era lo que escuchaba ni bien traspasaba el chirrido de la puerta.
-Pero Marta, no te enojes, que no pasa…no seamos dos personas que se rechazan y nada más.
-Ahora me salís con esto... No te entiendo... No pasa nada... No pasa nada… Como qué no pasa nada... Pasa que no quiero que te me acerques nunca mas en la vida… No entiendo como te da la cara para hacerlo... Sabes que no me gustan las flores, ni las latas de aceitunas, ni esos poemas que escribís, Ricardo... Y seguís insistiendo... Por qué no me dejás en paz, por favor. Y te vas que tengo gente. ¿Cómo estás “X”? ¿Venís a pagar la cuota por adelantado ya?

Y esto es lo único que queda del único cuento que fue encontrado y mostrado, sino, tal vez, de los cuentos de Quinteros.




Lito


El ingenioso Miguel Quinteros


En algún lugar de Florencio Varela, de cuyo nombre no tengo conocimiento, en el mismo momento en que se escriben estas palabras, vive un joven estudiante de filosofía llamado Miguel Quinteros, de pelo castaño, alto, flaco y con lentes puestos. Vive en su casa con una madre que pasaba los cuarenta y un hermano que alcanzaba los veinte y un perro de campo de color negro y tamaño pequeño. La edad de nuestro estudiante lindaba los veintitrés. Era de complexión delgada, huesuda, cara seca, gran madrugador y amigo de los azares y juegos de lotería.
Es preciso saber que nuestro protagonista en sus tiempos de ocio, o sea, la mayor parte de su tiempo, se daba a leer todo tipo de libros, no solo los estipulados para un estudiante de filosofía, sino que entre ellos los más eran del tipo de las novelas.
Los leía con tanta emoción y ahínco que se olvidó de casi todo lo demás. Se olvidó de su carrera universitaria, de su madre, de su hermano, de su mascota, y de todo tipo de relaciones que tenía por fuera de sus constantes lecturas.
Llegó a tanto su nueva afición que vendía cosas de su casa o alguna de sus pertenencias, como algún par de zapatillas que eran el repuesto de las que casi siempre usaba, para comprar libros de grandes autores que pudiera leer. Toda la plata que antes destinaba para sus almuerzos en la facultad, para cargar la sube y demás, las gastaba en cualquier cantidad completamente exagerada de libros usados, que encontraba en cualquier puesto de cualquier calle. Y de este modo llegó a indundar  toda su habitación de pilas de libros que llegaban a rozar el techo. Su cuarto se había transformado en un grotesco depósito de  todo tipo de libros usados.
No obstante, de todos los autores que conocía y había leído, ninguno le fascinaba tanto como un tal Roberto Bolaño. Consideraba que su sencillez en la prosa y la falta de aquella exagerada ornamentación poética, que se le daba a muchos, eran de sus principales características que lo hacían realmente bueno. Y también porque era un escritor que recogía y traía a la vida muchos talentos literarios que fueron olvidados, o que nunca llegaron al reconocimiento que estos verdaderamente merecían.
Por estas razones nuestro excéntrico estudiante fue perdiendo de a poco la cordura. Desvelándose en noches largas buscando desentrañar aquellos sentidos ocultos en toda línea escrita, en todo espacio en blanco, en toda pausa y en toda palabra que merodeaba, que quizás ni el propio Nietzsche llegará a percibir o captar si se levantara de la tumba exclusivamente a ello.
De esta manera se enfrascó tanto en sus lecturas, que le ocupaban casi las veinticuatro horas del día. El cerebro se le terminó colapsando de las historias que consumía sin distracción alguna, y de esta manera perdió el poco juicio que aún podía quedarle.
Llegó a llenársele el pensamiento y su sentir de todo aquello que había extraído de sus libros, motivaciones románticas, asesinatos, poesías, fantasías de todo tipo, argumentaciones y dudas metafísicas, historias de engendros, de suicidas, de artistas, etc. De todo aquello, y más, de lo que uno pueda imaginar que pueda contener un simple libro.
En conclusión, su situación era tan extrema que ya no podía distinguir, dentro del mundo, lo real de lo meramente ficticio. Solía confundir autor con personaje, mundos fantásticos con sucesos históricos y viceversa. También buscaba, no se sabe bien como, participar del amor en-si platónico, o del uno plotiniano, entre muchos más absurdos.
En efecto, vuelto a un tipo de locura, llegó a dar con una idea de lo más extraña, la idea de imitar la vida de los personajes de las novelas que leía.
Lo primero en lo que quiso transformarse era en el estereotipo de  un desahuciado poeta. De aquellos que no conocieron, o no quisieron conocer, el estrellato de la fama y de la gloria, de aquellos que su escritor favorito, el ya citado Roberto Bolaño, había recogido en una de sus monumentales novelas llamada 2666.
No quería ser conocido y aclamado por sus iguales, quería ser ignorado o despreciado. Buscaba convertirse en un ser completamente anónimo. Su idea era la de escribir pequeños sonetos y dejarlos sin firma olvidados  por las calles, por los salones de distintas facultades, en plazas, pegados en paredes, y cualquier sitio que se le pudiera ocurrir.
Si alguien tuviera la oportunidad de preguntarle que buscaba lograr con estas ocurrencias románticas, que parecían pertenecer a otro siglo, él no podría responder, porque no lo sabía. No había un propósito en lo que hacía, era como un niño que simplemente estaba jugando y disfrutaba de ello.
Hasta en su propia casa dejaba notas escritas con versos garabateados con lapicera o lápiz. Y cuando su madre o su hermano le preguntaban por ellas, estos sabían muy bien que había sido Miguel quien las escribía, él se hacia el desentendido y se ocultaba detrás de algún libro de la facultad y de sus anteojos.
De este modo su principal problema, hasta el momento, lo tenía en su casa con los integrantes de su familia. Él se había olvidado, o dejado de lado intencionalmente, las materias que venía cursando en la facultad de filosofía y letras. Cuestión que si se enteraba su madre esta podría darle una fuerte reprimenda, lo que no quería por nada del mundo nuestro joven y nostálgico poeta. Por tal motivo tenía que fingir que estaba asistiendo diariamente a sus clases y de que estaba llevando la vida como la llevaría cualquier estudiante que se avoca a una carrera universitaria.
Su actuación podría decirse que era buena, aunque no resultaba muy difícil ya que él se la pasaba todo el día afuera vagando o encerrado en su habitación leyendo y escribiendo. Cosas típicas de un estudiante aplicado, que no podían levantar sospecha.
La vida de Miguel hubiera seguido como la estoy relatando, o sea, tranquila y sin grandes sobresaltos. Leyendo a personalidades de la literatura cada vez más excéntricos, escribiendo poesía para abandonarla por cualquier sitio, y distanciado cada vez más de su carrera de filosofía en la facultad. Pero hubo de ocurrirle lo que le ocurre a todo poeta digno de ese nombre. Nuestro joven estudiante Miguel Quinteros se enamoró.
Lo hizo como lo hacen los verdaderos poetas, esto es, perdidamente, locamente y obsesivamente.
Le ocurrió que un día, en uno de sus paseos por la capital, había entrado en la facultad de economía para dejar algún poema en contra del capitalismo, para que alguien al azar lo encuentre y leyera, y ahí mismo la vio.
Ella estaba sentada en uno de los bancos del patio, solitaria, como no querer la cosa, fumando los restos de un cigarrillo que ya estaba bastante consumido. Eso fue todo. Cuando Miguel la vio se quedó completamente paralizado, como un pájaro que en pleno vuelo se detiene y cae al vacío. En ese preciso momento su espíritu también cayó. Su cuerpo estaba quieto, parado a unos 25 metros de esta misteriosa persona, pero sabía que algo en su interior andaba por el suelo.
El impacto del llamado amor había dado con nuestro protagonista y este sabía que algo distinto, nunca antes sentido, le estaba empezando a ocurrir. Nuestro joven Miguel Quinteros había encontrado a su Dulcinea Del Toboso.
Inmediatamente pensó en acercársele y confesarle todo su amor, que a pesar de habérsele despertado hace medio minuto, lo sentía resurgir desde el fondo de su ser, como una fuerza imparable que existía en su interior hace milenios de años.
No logró hacer nada ese día, se inmuto, dudo demasiado y su princesa desapareció entre la gente.
Él no se preocupó demasiado. Sabía que lo que había encontrado era algo que no se pierde con facilidad. Era algo que se le había clavado en el corazón mismo, y de ese lugar era  difícil perderlo.
Maldito amor que cambia la vida de las personas… había escrito en papel blanco, ni bien llegó ese día a su casa, cansado de la larga y agitada jornada.
Pero a pesar de estas últimas palabras escritas, en donde maldecía a este nuevo sentimiento, él había aprendido, de todos sus libros, de todas sus disparatadas lecturas, que era el amor lo que subsistía a todo en el mundo. Que este impredecible sentir era aquella pegatina que nos mantenía unidos como humanos y, que por fuera de él poco era lo que cobraba verdadero sentido.
Se propuso la misión de enamorarla mediante cartas anónimas, cosa muy común para lo que venía siendo su vida. Sabía muy bien que no podía presentársele de un momento a otro, para declararle su eterno amor, sin motivo alguno. Tenía que acercarse de a poco y guardar las formas si quería que este barco llegara a puerto seguro.
Lo que hizo fue escribir cartas diariamente e ir abandonándolas de manera aleatoria por distintos lugares de aquella facultad a la que su enamorada asistía. Hizo esto durante dos semanas completas.
He de decir que nuestro protagonista mientras hacia sus depósitos, tal cartero locamente enamorado, la buscaba siempre con la mirada pero nunca tuvo la suerte de verla. Pensaba que era el vil destino el que se interponía entre ellos. Pero de igual modo estaba satisfecho, porque las cartas que iba abandonando por los pasillos, por aulas vacías, por los bancos de cemento del patio, etc., no las volvía a encontrar al día siguiente en el lugar que las había dejado. Desaparecían, sin señal alguna. Esto para él solo podía significar  que aquella chica, su enamorada, su Dulcinea, ya se había percatado de que tenía un admirador secreto y todas las cartas las tenía ella consigo.
Un día, como cualquier otro, ocurrió la tragedia que casi deja sin vida a nuestro joven enamorado. Encontró una de sus cartas, la última que había escrito para el día anterior, en el mismo lugar en que la había dejado. Su corazón casi se le vuelca por fuera del pecho. No sentía su respiración y, el piso y las paredes se le movían y se partían en inquietas imágenes. No obstante tuvo suerte, no atino a desmayarse.
Ese día, en el cual pudo haber muerto y así lo hubiera querido, un martes 8 de octubre del año 2018, Miguel Quinteros volvió a su casa con los sentidos completamente apagados y no hizo más que dormir hasta el día siguiente.
Él era un gran lector, lo sabíamos, podía leer entre líneas donde no hay nada escrito. Lugar vacío sobre el que Miguel solía pensar y reflexionar mucho. Espacio en blanco en donde solía suponer que el escritor mismo se presentaba en persona. La posible interpretación de esos espacios eran, a su entender, la clave para una buena lectura. De tal modo, su capacidad de comprensión era muy elevada, lograba captar todas las intenciones, que muchos pasan por alto. Le daba un significado, o varios, a todo silencio, a todo gesto y a toda ausencia. Por lo cual, lo que había hecho era lo siguiente. Interpreto el hecho de encontrar aquella carta, como un rotundo y definitivo rechazo por parte de su amada. Su Dulcinea Del Toboso le estaba diciendo que ya no lo amaba.
Al despertarse no hacía más que lamentarse y torturarse con sus enfáticos pensamientos. Pensamientos que eran recuerdos, nuevas configuraciones, imágenes trastocadas, símbolos que adquirían más de un sentido. Él mismo se esforzaba en crearlos y de este modo no permitía que tranquilidad alguna le entre en el cuerpo y en el alma.
Estuvo en este estado por varios días. En uno de ellos hizo un viaje muy temprano a aquella facultad, en la cual había perdido algo más que varios papeles. Espero cerca de la entrada desde el primer horario de la mañana hasta el último de la noche. La estaba buscando. Pero ella, a lo largo de aquel día, no hizo su aparición. Este hecho le volvió a destrozar su espiritualidad sajada y su carne marchita. Se juró no volver a buscarla.
Siguieron pasando los días y no encontraba consuelo. Su madre y hermano ya no lo dudaban, Miguel había caído en un pozo profundo y no tenía intención de salir de él.
Pero, entusiastas lectores, no subestimen a nuestro protagonista que de alguna manera iba a volver a resurgir. Porque Miguel Quinteros, más allá de su inestabilidad emocional, que puede venir demostrando en estas pocas hojas, era fuerte y contaba con una voluntad que podía, de un momento a otro, reanimar su corazón.
Como sabemos, alguien que cae y busca recomponerse es difícil que logre tal tarea solo, pero nuestro enamorado no lo estaba. En su habitación estaba rodeado de sus más fieles amigos, estaba rodeado de sus  desprejuiciados y honestos libros. Y si ellos no lograban recomponerlo, nada ni nadie en el mundo lo lograría.
Hizo relecturas de las novelas que más lo habían conmovido  hasta ese momento de su vida. Como la ya citada 2666 de Bolaño, aunque ahora le resultara algo absurda, fría y bastante españolizada. Sabía que el releer podía afectar la estima que tenía por alguno de sus libros y este era el caso con la novela del autor mexicano.
También volvió a leer el Zaratustra Nietzscheano, El Túnel del viejo Sábato, Niebla de Unamuno, algunos cuentos borgeanos y poemas y más poemas de Pizarnik, Rubén Darío, Baudelaire, Girondo, Storni, Almafuerte, Machado, Khalil Gibran, Vallejos, entre otros. Pero el libro que mayor trabajo hizo, que más lo ayudo, que logro completarlo y revivirlo completamente, era aquella gran historia que nos cuenta Miguel Cervantes, con su súper novela titulada El ingenioso Hidalgo Don Quijote De La Mancha.
Miguel quinteros volvía a sentirse como antes, no la gran cosa, pero al menos ya no se lamentaba tanto por su desdicha. Terminó abandonando su labor de poeta errante. Aquella tarea de abandonar sus escritos sin saber que buscar, lo había hecho conocer al amor de su vida y por respeto a ella, a la cual nunca conoció, se dispuso a no volver a hacerlo.
Ya no tenía que actuar más en su casa porque ahora tenía pensado hacerlo en la facultad. Hizo ese giro. Ahora iba a priorizar sus lecturas, y quizás ya empiece a animarse a escribir cuentos o alguna corta novela, e iba a asistir sin falta a todas sus clases de la Facultad de Filosofía, fingiendo interés y buscando sin verdadera pasión aprobar las asignaturas y recibirse. De aquel alumno que se había olvidado de su carrera y fingía en su casa que le estaba yendo de maravilla, paso a hacer las actividades de la facultad y fingir entusiasmo con sus colegas estudiantes, solo para terminar con este camino, ya empezado, cuanto antes. Mientras que encerrado en su casa se dedicaba a lo que más le gustaba hacer, leer y escribir de todo.
Quién sabe cómo le terminará yendo, solo habrá que esperar. Por el momento lo último que supe de él, y esto fue la semana pasada, fue que con su ejemplar del Quijote en mano salió a pasear por las calles de su barrio en Varela. Anduvo recorriendo lugares sin saber bien donde iría. Terminó deteniéndose en una plaza cualquiera y, dando en obsequio su amado y salvador libro a un nene de aproximadamente 10 años que encontró en ella. Sabía que este era de los actos más geniales y heroicos que en su simpleza actual podía hacer. Se sintió algo conmovido, sonrió, y regresó a su casa.
Fin.









miércoles, 5 de diciembre de 2018

Tiempo

No estoy
Haciendo
Un carajo

Aborto

Ahora hay debates pero quiero referir una historia que escuché una vez. De lejos. Ni siquiera estaba entre los que la escuchaban directamente.

Era un buffet. Estaba un grupo sentado en una mesa. Y todos miraban a uno que hablaba. Un pibe, que contaba la historia de cuando en el colegio le habían caído no se qué doctores a enseñarles a poner un preservativo con un miembro de goma como muestra. Los chicos, contaba este pibe, fueron separados de las chicas, y todos se reían mucho porque la que ponía el forro era una doctora.
Al salir de esa clase de salud y adolescencia, uno de los compañeros se le acercó al pibe y le dijo:
-Tomá, yo no los uso.

Y el chico se reía al recordar la anécdota y todos lo que lo escuchaban reían tambiém. Yo escuchaba, de lejos.

Tiempo, poco, despues, todo cambió. 
Y sigo escuchando, de lejos.