Cutruli ingresa.
Pero al ver a sus muchachos dormidos, sale inmediatamente temiendo mojar toda la oficina.
Mientras se seca, se pregunta que habrá pasado mientras no estaba.
Y también, se ronronea como un gato, la curiosidad por saber y desentrañar la intringulis.
Quien seria aquel tipo que había comenzado a seguir hacia unas horas para ayudar a su empleado Marcos, y quien seria también el otro, ese que dándose cuenta Cutruli, comenzó a seguirlo a Marcos al regresar a la oficina.
Esas dudas esa lo hacían marear completamente hasta el punto de la embriaguez.
En una nebulosa de viento frió, luego de lo que había sido el día de calor tormencial, fuera de todo, y aun no tan seco -pues había llegado empapado- nuestro detective Cutruli, quedo dormido en el pasillo de la oficina.
Hasta que oyó un ruido de golpe de cabeza dentro.
-Me siguen- dice Fisgon.
-Quien- pregunta Cutruli.
-Un tipo.
-Que tipo- ya enojado Cutruli.
-Demasiadas preguntas Cutruli -interviene semidormido Marcos- nos sigue otro Fisgon, pero no creo que le digan como a este pelotudo.
En principio este es el eterno trabajo de una novela sin concluir. Cutruli, joven iniciado en la tarea detectivesca, acude a la ayuda de su olvidado amigo "Fisgón Ciego". Juntos compartirán una aventura, hasta desembocar en quien los ha estado esperando pacientemente, el verdadero Fisgón.
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