Cada vez mas cerca del terror

Hay una impresionante tormenta. La crecida ha arrasado la rivera del Rio cerca a la oficina.
La gente, no se entera porque duerme, salvo los damnificados, que son pocos, en la Atenas del Plata.
Aunque es temprano, el mundo ha comenzado a moverse.
En un locutorio, muy cercano a la oficina...
El Verdadero Fisgón, ese que se acerca cada vez mas a nuestros protagonistas Cutruli y F.Ciego, esta planeando una nueva cruzada.
Piensa, o mas bien, ya sabe como hará para sorprenderlos, para atraparlos, y develarles quien es.
En la oficina...
Oficina que se llama "policiales y misterios", se encuentran, asustados, temerosos, Cutruli, F.ciego, y el ayudante nuevo Marcos, señuelo clave para el Verdadero Fisgón si han seguido la historia, cosa que poco importa hasta ahora, en la vida de estos tres fracasados.
El verdadero Fisgón, que conoce todo, disca el numero de la oficina.
En la oficina, suena el teléfono.
Nadie quiere atender.
Saben que cada vez mas cerca, alguien los espera.
Saben que en ese alguien, se encuentra el peligro.
O quizá el terror, porque si uno no sabe lo que va a pasar, a eso se le llama el terror.
Y el Verdadero fisgón, es el terror.
Nadie quiere hablar, aun.

CARTA DEL EDITOR (al lector)

Seguramente les surgiran dudas, muchisimas como a todos los que leemos y seguimos esta rara historia.
Bueno.
A partir de aquí, queridisimo lector, entraremos en una nueva faceta de esta saga, ya lo verán, ya lo entenderán.
Saludos.
Sus editores, si así se los puede llamar.

Claridad escasa

Cutruli ingresa.
Pero al ver a sus muchachos dormidos, sale inmediatamente temiendo mojar toda la oficina.
Mientras se seca, se pregunta que habrá pasado mientras no estaba.
Y también, se ronronea como un gato, la curiosidad por saber y desentrañar la intringulis.
Quien seria aquel tipo que había comenzado a seguir hacia unas horas para ayudar a su empleado Marcos, y quien seria también el otro, ese que dándose cuenta Cutruli, comenzó a seguirlo a Marcos al regresar a la oficina.
Esas dudas esa lo hacían marear completamente hasta el punto de la embriaguez.
En una nebulosa de viento frió, luego de lo que había sido el día de calor tormencial, fuera de todo, y aun no tan seco -pues había llegado empapado- nuestro detective Cutruli, quedo dormido en el pasillo de la oficina.
Hasta que oyó un ruido de golpe de cabeza dentro.
-Me siguen- dice Fisgon.
-Quien- pregunta Cutruli.
-Un tipo.
-Que tipo- ya enojado Cutruli.
-Demasiadas preguntas Cutruli -interviene semidormido Marcos- nos sigue otro Fisgon, pero no creo que le digan como a este pelotudo.