sábado, 29 de abril de 2017

Esos eternos retornos

La lluvia cesó, al igual que el calor agobiante. Corridas en vano, fueron las que terminaron con el relato, el año pasado, para no dar por sentado, ni explicado, nada de lo que había pasado. Eso ha cambiado.
Ese tal Evaristo Raúl Cutruli, que seguía a un hombre gordo que se creía perseguido y nada más resultó ser un perdedor neto, se perdió de nuestro relato, para no regresar malhumorado jamás a la oficina "Policiales y Misterios"(en adelante P&M).
Ese Fisgón Ciego, que estaba solo en la oficina, comprobó esto cuando ese tal Marcos regresó asustado diciendo que lo perseguía alguien, ese alguien que nosotros sabemos que era quien llamaba al teléfono que nadie atendía. Lo cual era cierto. Pero descreyéndole esto, acusando de puras alucinaciones, Fisgoncito decidió salir a tomar aire fresco, y se encontró con el verdadero Fisgón, quien escribe estas líneas y quien se adueñara de la oficina, el creador de esta serie apestosa que en un rincón inhallable de la internet se encuentra, como esa propia oficina inventada y esos personajes que nunca existieron, eternos retornos de lo mismo. Creados por mí, el verdadero Fisgón Ciego.
Restaba encontrarme con Marcos, y contarle lo sucedido, mientras esperábamos al malhumorado Cutruli, para explicarle que el verdadero Fisgón Ciego había planeado todo esto, y empezar, lógicamente, nuevos casos, con un toque filosófico, literariamente filosófico.