Dijimos que llueve, dijimos que el verdadero Fisgón a llegado en búsqueda del fisgón ciego, tanto dijimos que nos fue imposible reconquistar la audiencia floja que tuvo la historia, pues los que en la oficina estaban, Cutruli y Marcos, allí esperan. Y la tormenta esta a punto de comenzar.
Por allí se ve la tempestad, y emocionado, como quien recupera las ansias por escribir debido a su comprometida labor, sabe que todo lo grande, esta en medio de la tempestad.
En principio este es el eterno trabajo de una novela sin concluir. Cutruli, joven iniciado en la tarea detectivesca, acude a la ayuda de su olvidado amigo "Fisgón Ciego". Juntos compartirán una aventura, hasta desembocar en quien los ha estado esperando pacientemente, el verdadero Fisgón.